El gran libro de la naturaleza, no es un libro escrito. Es la naturaleza hablando. Desde la flor mas pequeña perdida en el campo hasta la estrella mas lejana, todo el universo está compartiendo su sabiduría y en constante comunicación. Solo es necesario tener buenos ojos y el link de acceso a la “Red natural”.
Hay inteligencia femenina e inteligencia masculina. La inteligencia femenina es una flor. Su inteligencia se llama seducción. La seducción se manifiesta en su belleza cromática, visual, olfativa, y en el vital polen, en el estambre de la flor. La seducción está en todo. El universo ES seducción. Su lado femenino.
La inteligencia masculina es una abeja: Constructora genial de estructuras hexagonales de cera, e incansable industrial, fabricante de miel, jalea real, propóleo y extraordinarios derivados. Toma el polen de la flor, lo trasforma en miel y lleva su mensaje de amor para polinizar a otras compañeras. Su inteligencia se llama Acción. La Acción está en todo. El universo es Acción. Su lado masculino.
Acción y Seducción. La flor no podría vivir sin la abeja y la abeja no podría vivir sin la flor. Y ninguno podría vivir sin el calor del Sol y la Gracia del Ser.
Así lo leí esta mañana en el gran libro de la naturaleza.